Avda. del Libertador 1902
Considerado uno de los pocos edificios que subsisten de principio del siglo XIX, es un claro ejemplo de la arquitectura inspirada en el neoclasicismo francés del siglo XVIII, un monumento a la "belle-epòque"
Entre 1900 y 1920, las mansiones construidas por las aristocráticas familias argentinas se levantaban con todo el lujo que sus fortunas les permitían; contratando en el exterior a los encargados de llevarlas adelante.
En este caso, el proyecto estuvo a cargo del arquitecto francés René Sargent, quien jamás estuvo en Buenos Aires.
Trabajando con un equipo de decoradores y especialistas, con materiales provenientes de Europa, desde los revestimientos de madera hasta los mármoles y molduras, proyectó un edificio sobrio e imponente.
Con cuatro niveles visibles desde fuera; las ventanas del subsuelo se abren sobre el basamento; el "piano nobile" permite el acceso al jardín y las terrazas, mientras que por encima de él, se ubican los aposentos y más arriba, el área correspondiente a los servicios.
En el interior, la Planta Principal, alberga los diferentes salones para las recepciones, todos con un estilo diferente: El Hall (Tudor), el Comedor (Luis XIV), el Salón de Baile (Regencia), el salón (Luis XVI) y el escritorio.
Interior
Todo el conjunto evidencia el gusto por lo francés que imperaba en la época; la excepción es el cuarto del hijo del matrimonio, cuya decoración estuvo a cargo del artista catalán José María Sert, quién realizó cuatro grandes paneles para el "Cuarto de Recibir".
La muerte del joven, agregó un aire de misterio al lugar.
* Algo de Historia
Doña Josefina de Alvear y Don Matías Errázuriz Ortúzar, provenientes de familias patricias argentinas y chilenas respectivamente, se casaron en la Catedral de Buenos Aires el 23 de abril de 1897.
Entre 1906 y 1917 se radicaron con sus dos hijos en Francia, debido a las actividades que, como representante diplomático del vecino país, desempeñaba Don Errázuriz en Europa.
Fue en el transcurso de este período que comenzaron a adquirir las piezas de arte europeo y oriental, que hoy conforman el patrimonio del sitio.
Entre 1900 y 1920, las mansiones construidas por las aristocráticas familias argentinas se levantaban con todo el lujo que sus fortunas les permitían; contratando en el exterior a los encargados de llevarlas adelante.
En este caso, el proyecto estuvo a cargo del arquitecto francés René Sargent, quien jamás estuvo en Buenos Aires.
Trabajando con un equipo de decoradores y especialistas, con materiales provenientes de Europa, desde los revestimientos de madera hasta los mármoles y molduras, proyectó un edificio sobrio e imponente.
Con cuatro niveles visibles desde fuera; las ventanas del subsuelo se abren sobre el basamento; el "piano nobile" permite el acceso al jardín y las terrazas, mientras que por encima de él, se ubican los aposentos y más arriba, el área correspondiente a los servicios.
En el interior, la Planta Principal, alberga los diferentes salones para las recepciones, todos con un estilo diferente: El Hall (Tudor), el Comedor (Luis XIV), el Salón de Baile (Regencia), el salón (Luis XVI) y el escritorio.
La Planta Alta concentra las habitaciones privadas de la familia.
Interior
Todo el conjunto evidencia el gusto por lo francés que imperaba en la época; la excepción es el cuarto del hijo del matrimonio, cuya decoración estuvo a cargo del artista catalán José María Sert, quién realizó cuatro grandes paneles para el "Cuarto de Recibir".
La muerte del joven, agregó un aire de misterio al lugar.
* Algo de Historia
Doña Josefina de Alvear y Don Matías Errázuriz Ortúzar, provenientes de familias patricias argentinas y chilenas respectivamente, se casaron en la Catedral de Buenos Aires el 23 de abril de 1897.
Entre 1906 y 1917 se radicaron con sus dos hijos en Francia, debido a las actividades que, como representante diplomático del vecino país, desempeñaba Don Errázuriz en Europa.
Fue en el transcurso de este período que comenzaron a adquirir las piezas de arte europeo y oriental, que hoy conforman el patrimonio del sitio.
De regreso en el país, inauguraron su residencia en 1917 con una enorme fiesta; la construcción había comenzado en 1911, pero se había demorado por la guerra. El conflicto impidió que se concretara el frente de la chimenea, que había sido diseñado por Auguste Rodin.
En 1935, con la muerte de Josefina, la familia ofrece al estado la posibilidad de adquirir la casa, junto con la colección de arte, a condición que fuera destinada para Museo. El proyecto se concreta por ley nacional en 1937.
El Patrimonio de la entidad está conformado por porcelanas, cerámicas, orfebrería, tapices, alfombras, muebles, etc. y pinturas de El Greco, Fragonard, Corot y Manet, entre otros.
En el lugar también funciona el Museo de Arte Oriental (actualmente cerrado al público), que exhibe piezas de la India, África, China y Japón.
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